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Hoy se cumplen 71 años del Decreto Supremo 781, que consagró la histórica tesis de las 200 millas, firmado por el presidente José Luis Bustamante y Rivero (1945-1948), y cuya autoría correspondió a su canciller, Enrique García Sayán. Años después, la tesis fue distorsionada por el propio Bustamante y surgió la errada idea de que el Perú tenía un mar territorial de 200 millas, cuando el único registro histórico era que los Estados costeros tuvieron un mar territorial (criterio de seguridad militar) de solo 3 millas -donde existe la figura del paso inocente o inofensivo-, que era la distancia del tiro del cañón. Este error nos ha enfrentado en debates al comienzo entendibles por la novedad de la tesis, pero a estas alturas de nuestra vida marítima internacional, realmente agotados jurídicamente, frustrando por la demagogia que seamos parte de la Convención del Mar de 1982 que recogió intacta la tesis peruana de la que, junto con Chile, fuimos los pioneros en presentarla al mundo al reconocerse la soberanía y jurisdicción del Estado costero sobre los recursos vivos (peces) y no vivos (minerales) que se hallen hasta las referidas 200 millas, es decir, nunca fue sobre las aguas, porque siempre se ha respetado el derecho universal de la libertad de comunicación (navegación), como está perfectamente reconocido en la Constitución Política de 1993 (Art. 54°). El grave error fue concebir derechos en el mar con la misma lógica jurídica que en el continente, donde sí existe soberanía absoluta y donde prevalecen los criterios civiles de posesión y de propiedad, es decir, mientras un campesino podría adquirir la posesión de una chacra que no tiene dueño en el quinto año de ocuparla y en el décimo, la propiedad, un pescador jamás podría reclamar dichos derechos sobre las aguas que rodean al muelle donde él, su padre y su abuelo se dedicaron a la pesca por más de 50 años. La soberanía del Estado, consagrada en la Convemar, consiste en su derecho de decidir cuándo, cuánto, dónde y cómo se pesca. Desde el 2001 está en el Congreso lista para aprobar la adhesión del Perú. Otra tarea parlamentaria pendiente.