​La transferencia más allá del acto protocolar

La transferencia, en términos futbolísticos, vendría a ser algo así como la pretemporada que debe cumplir el equipo de Pedro Pablo Kuczynski, capitán del nuevo gobierno que entrará en funciones el 28 de julio, para tomar cuerpo, dominar las reglas de juego y llegar con aire al cometido final: meter gol, es decir, cumplir con las expectativas de esa mitad del Perú más uno que lo llevó a Palacio de Gobierno.

De allí la importancia de que este proceso, además de cumplir con los formatos habituales y las reuniones protocolares para la fotografía, sirva efectivamente a la gestión de PPK para, desde el comienzo, empapado de los activos y pasivos que deja el quinquenio de Ollanta Humala, tomar las riendas del país con fuerza, energía y capacidad de decisión (ergo: liderazgo).

“Vamos a darle toda la información. Es parte del juego democrático que tenemos que garantizar y defender: dar buena información y nuestras opiniones al nuevo gobierno. Ellos a partir del 28 de julio tomarán sus decisiones”, afirmó el ministro José Luis Pérez Guadalupe en referencia a la entrega de la data del Mininter.

El mismo espíritu de colaboración debe prevalecer en los demás equipos del gobierno saliente, pues se trata de que Peruanos Por el Kambio, aparte de la situación actual de cada portafolio, reciba diagnósticos, pronósticos y sugerencias cabales para que las buenas obras (por ejemplo los programas sociales) continúen y luego se refuercen en favor de las poblaciones vulnerables.