Lima es grande. Tiene además de costa y playas, campos, ríos y valles. Y existen chacras increíbles, que pertenecen a una familia, o una asociación, donde se practican técnicas tradicionales andinas, o donde campesinos se comprometen a adoptar las exigencias de cultivos orgánicos.

Solo una pequeña parte de la población de nuestra ciudad considera interesante o importante (para las compras semanales), visitar bioferias en distritos diferentes. Algunas familias hacen de estas visitas un evento divertido, que se comparte. Es indiscutible que la cantidad de ferias ha crecido, y se ha permitido a productores y artesanos mostrar su trabajo ocupando espacios de comunidad. Gracias a eso, un sábado o domingo se nos hace posible conversar con un productor de Santa Eulalia, probar las hierbas aromáticas de San Damián o comprar las hortalizas de una chacra en Mala. La tarea de captar más gente iría de la mano con demostrar que existen temas de los que es importante hablar, y responder a las preguntas más básicas: ¿Qué es lo que comemos?, ¿cuál es su nombre?, ¿de dónde viene?, ¿quién lo cultiva?, ¿por qué es diferente a cualquier otro?, o ¿por qué cuesta un poco más? Fundamental: ¿Por qué es importante preguntarnos todo eso? Porque importa poder identificar eso que comemos, que nos nutre, con la confianza de que sabemos que es lo que dice ser.

PROYECTO. Como grupo, hemos pensado en un plan de acción que tiene como objeto registrar chacras en Lima que, bajo estándares de respeto a la cultura, a la tierra y a los productos y el trabajo con cariño, puedan ser incluidos en una lista que estaremos encantados de compartir. Tomaremos datos de productores de bioferias de la ciudad, solo de algunas elegidas al azar, y programaremos visitas con el equipo, para reconocer estas chacras y entender más sobre el trabajo que se realiza tan cerca de Lima, pero que se siente tan lejos. Al final, la información de nuestro sondeo será y podrá ser valiosa para restaurantes, para público en general, o hasta para turistas que busquen la experiencia de producto y tierra en Lima, lejos del tráfico de una avenida.

EN BUSCA DE LOS PERSONAJES. Seleccionaremos solo una muestra de ellos, pensando en campesinos limeños que pudiesen interesarse en hacer visible su trabajo, su chacra, el esfuerzo que realizan al día, y la belleza e integridad de lo que producen. Recolectaremos una serie de datos importantes, nombrando cada producto, métodos de cultivo, datos de contacto. Y escucharemos, muy detenidamente, cuál es la visión a futuro de los campesinos que participan de una feria una vez por semana en esta ciudad. Tal vez nuestra lista quedará bastante corta respecto a la inmensa cantidad de personajes y personajes que hoy por hoy están tal vez escondidos en sus tierras, pero es vital empezar.

Así que, desde este fin de semana, podrían cruzarse en la Bioferia de La Molina, de Reducto en Miraflores, o de Barranco, con una persona joven amable, que porta unos formularios cuidadosamente diseñados para esta primera fase de la gestión, y que tiene en mente ese viaje lindo que haremos en grupo para visitar las chacras de los productores que quieran abrir puertas, o que estén disponibles para conversar sobre sus quehaceres.