El gobierno 2021-2026, encabezado por Castillo y continuado por Boluarte, es indesligable por lo que ambos defendieron en su origen y por las consecuencias que pagamos todos. El incremento del costo de vida, la falta de oportunidades, la corrupción e inseguridad que afectan al país, son los problemas que la población reclama urgente solución. Independientemente de estas, es necesario preguntarnos ¿a quién percibe la población como responsable de estos males?
Respondiendo desde una perspectiva política, pueden ser identificados como el sector de “izquierda”, los “caviares” o la “derecha”; desde quienes ejercieron o ejercen el poder, ¿será Castillo o Boluarte? o ¿será el Congreso? Quien logre desvincularse de la responsabilidad y la fije en otros sectores saldrá victorioso y conducirá al país.
Las protestas tras la caída de Castillo paralizaron al país, las consecuencias hoy las sufren con mayor intensidad, quienes participaron de estas, adicionalmente al desastre del desgobierno de Castillo, sus actos de corrupción generan un desgaste para la izquierda, pues tomaron el gobierno para saquear al Perú. Hoy el Congreso tiene la gran oportunidad de mejorar su imagen, si se concentra en legislar en medidas que incentiven la inversión, eliminando trabas burocráticas y adoptando acciones contra la inseguridad y la corrupción, empezando por sancionar a los malos congresistas. Habrán entendido los sectores democráticos que deben unirse para tomar el poder y conducir al país a su desarrollo integral, ¿serán capaces de interpretar la reciente historia política? o terminarán ensayando las mismas respuestas de elecciones anteriores, ¿será la unidad una utopía?