Hoy todos los peruanos tenemos que pagar las consecuencias de una mala gestión en la tarea de consolidar acuerdos de suministro de vacunas contra el Covid-19. Sobre eso, quisiera mencionar algunos puntos principales:

1. El expresidente Vizcarra pretende culpabilizar al Congreso por las vacunas que hoy no tenemos; algo que es responsabilidad del Ejecutivo. El desempeño del Congreso actual ha sido deplorable en muchos sentidos, pero aprovechar su desprestigio para utilizarlo como chivo expiatorio y evitar asumir responsabilidad es absurdo.

2. ¿Desde cuándo sabe el gobierno que no tenemos ningún acuerdo concreto con algún laboratorio? Porque el 7 de diciembre la ministra Pilar Mazzeti hizo una presentación en la Comisión Especial Covid-19 del Congreso, y sostuvo que en diciembre o enero Pfizer entregaría 50 mil dosis al Perú, y un millón 800 mil dosis en el primer trimestre de 2021. Todo parece indicar que, para ese entonces, los acuerdos con Pfizer ya se habían caído. Mazzetti debe asumir también parte de la responsabilidad de habernos mantenido -durante tanto tiempo- bajo la impresión de que nuestro país tendría vacunas aseguradas.

3. La honestidad de Sagasti se aprecia. A pesar de haber revelado un panorama negativo para el Perú en cuanto a la adquisición de vacunas, hay que reconocer el valor de tener políticos honestos y una población informada sobre el verdadero estado de las cosas. Así nos incomode la verdad.

4. Hoy Sagasti se enfrenta a un reto tremendo. Debe tener éxito en la adquisición de vacunas para el país. Si no logra hacerlo pronto, entonces la historia -ingrata- le atribuirá la responsabilidad de haber dejado a los peruanos sin vacunas cuando más las necesitaban. Recordemos en quiénes recaen verdaderamente las responsabilidades de no haber asegurado a tiempo para el Perú algo tan esencial como lo es esta vacuna.