¿Qué somos? ¿De qué estamos hechos? ¿Cuál es nuestra perspectiva? Ciertamente, la pandemia duele y aflora, entonces, la necesidad de definir algunos conceptos que están en boca de todos. Tras una conversa con una amiga especialista, esta fue la resultante.

Miedo. La primera emoción manifestada en el ser humano; sin ella, no hubiésemos sobrevivido como especie, pero viviendo con ella podríamos morir. El miedo no se disfraza, solo se le enfrenta.

Irresponsabilidad. Es el dulce de los peruanos, qué duda cabe. La falta de cultura nos hace infractores en potencia. Ante el Covid-19, va más por el lado de la falta de empatía.

Estrés. Surge de la sobreexigencia frente a expectativas propias y del entorno, los cambios abruptos, como esta crisis sanitaria, y todo aquello que pinte como amenaza. Un día Manuel D´Ornellas, el irrepetible director de Expreso, me preguntó: "¿Qué prefieres, el estrés del trabajo o el estrés de la desocupación?". 

Inmunidad. Se crea a partir del alimento y las emociones controladas. Si además de la cuarentena hubiésemos contado con un programa nacional de alimentación saludable, tendríamos hoy una población consciente de que alberga el poder de enfrentar con fortaleza esta pandemia.

Tierra. Inicio y fin. Sin tierra no viviríamos y en ella nos fundimos al final. Por eso es la Pachamama, la madre tierra, y por qué la hemos olvidado, porque creemos que es un bien que se da por sentado. Hay acciones tan pequeñas como reciclar una lata de cerveza, o no tirar el aceite por el lavadero. Cada pequeña acción se suma a la de los demás y allí deviene el cambio.

Mentir. No se puede engañar frente a lo evidente. El subregistro de muertos estaba cantado.

Muerte. Acompañamos al que nace, y así también debe ser con el que parte. Sentir el duelo, agradecer y continuar; así honramos el recuerdo de aquel que ya no está.