La noche del viernes, el Congreso de la República aprobó el proyecto de ley que permite el retiro de hasta el 25% de los fondos de las AFP. Esta iniciativa permite que todos los aportantes del Sistema Privado de Pensiones (SPP) puedan disponer desde S/4,300 hasta S/12,900, dependiendo de la cantidad de dinero que tengan en su fondo previsional.

El presidente Vizcarra tiene 15 días para promulgar la ley u observarla y, mientras esto ocurre, los fondos que ahora están a merced de las veleidades del mercado sumarán una nueva presión: la incertidumbre.

El Ejecutivo y el Congreso deben sentarse a negociar variaciones a la norma porque disponer de este porcentaje perjudicará tanto a quienes lo hacen como a los que no. Los primeros volverán real la pérdida debido a la crisis económica causada por la epidemia y los segundos seguirán viendo cómo su fondo se reduce debido a los retiros masivos.

Ambos perderán, pero solo los segundos podrán recuperarse a la larga.Una reforma integral del sistema de pensiones es urgente y necesaria, pero más importante en este momento es que el país logre capear lo peor de la pandemia sin caer en una crisis generalizada. Es necesaria más responsabilidad.