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Desde el último fin de semana, mucho se ha hablado sobre la conducta del sujeto identificado como Manuel Liendo Rázuri (70), quien el viernes último, en San Isidro, insultó, escupió y amenazó con un arma de fuego a un ciudadano que le llamó la atención por meterse contra el tráfico con su vehículo en una calle donde no había policía alguno para que lo sancione.

Ha intervenido el Ministerio Público y muchos penalistas han salido a hablar sobre los eventuales delitos que habría cometido este personaje. Por todo ello, es de esperarse que la justicia funcione y someta a las leyes a este elemento que, por lo visto en las imágenes, podría ser un peligro para quien se le cruce en el camino y le reclame por sus malas actitudes.

Señalamos esto porque sería lamentable que con el paso de los días el asunto quede en el olvido y Liendo Rázuri siga como si nada lanzando escupitajos o sacando su arma cuando le venga en gana. Si el hombre ha violado leyes que implican pena de prisión efectiva por perturbar la tranquilidad pública, pues que se vaya preso de una vez.

En el Perú, las normas tienen que comenzar a ser cumplidas por todos. Acá nadie se las puede dar de matón o energúmeno sin que nada le pase. Hay leyes que sancionan eso a fin de preservar la integridad del resto de los ciudadanos, que no tendrían por qué andar por las calles a merced de esta clase de elementos que creen que pueden solucionar las cosas a escupitajos o a tiros de pistola luego de sentarse en el reglamento de tránsito.