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Ayer toda Argentina ha recordado el episodio del 2 de abril de 1982 -gobernaba el Perú Fernando Belaunde Terry- en que el país más austral de América, impulsado por el régimen militar que dirigía sus destinos, llevó adelante la recuperación de las Islas Malvinas, provocando ipso facto el inicio de la guerra con Gran Bretaña. Han transcurrido 37 años de aquel momento bélico en que perdieron la vida cerca de 950 soldados, más de la mitad argentinos, y desde entonces no conozco a un solo presidente que haya obviado el reclamo. El actual, Mauricio Macri, ayer ha reiterado que es “legítimo e irrenunciable”, y eso está muy bien. Pero miremos el asunto esta vez desde lo que corresponde al Reino Unido, que ha venido desoyendo la Resolución 2065 de la ONU, sin querer siquiera una negociación. La Cancillería bonaerense ha reiterado su disposición a hacerlo, a lo que Londres se niega rotundamente, recordando la recia actitud británica de dominio territorial en los tiempos de la era victoriana. Un verdadero descalabro que no se condice con las reglas del derecho internacional contemporáneo. La reina Isabel II, Theresa May, primera ministra del Reino Unido, y todo el séquito de las cámaras de los Lores y los Comunes, deben despojarse de esa actitud inconsistente de querer tercamente seguir amparando en pleno siglo XXI prácticas colonialistas del pasado. El RU debe comprender que las reglas han cambiado, pues la característica que marcó al sistema internacional desde mediados del siglo XX ha sido el proceso de descolonización, que rechaza el mantenimiento de posesiones territoriales amparadas en el poder político o militar ultramarino, una situación que constituye una violación del gran legado westfaliano del principio de soberanía territorial que históricamente le corresponde a Buenos Aires. Hace bien Argentina en mantener como política de Estado el permanente e indesmayable reclamo sobre las islas. Este asunto debe ser abordado de la única manera posible en estos tiempos: la negociación sensata. Es lo que el derecho internacional de hoy espera del Reino Unido.