Las prioridades del Perú

Seguridad, Salud, Educación. He aquí los tres grandes retos para la unidad nacional, las tres columnas del bienestar del pueblo que por fuerza tienen que transformarse en el horizonte de todas las políticas de Estado. Esto no significa que la implementación de estas tres columnas nos conduzca a renunciar a la compleja realidad de nuestras carencias. Sin embargo, lo que esta identificación sí implica es que el Gobierno y la oposición tienen que meditar profundamente sobre las verdaderas prioridades de la República.

Unos Juegos Panamericanos que, definitivamente, verán incrementados sus costos por la ineptitud de sus organizadores, no favorecen la cobertura de las tres prioridades. Por el contrario, dirigen recursos fundamentales a algo importante como es el deporte, pero no esencial para un país en construcción como es el caso del Perú. Los 4500 millones de soles que se estima costarán los juegos (la suma final será traumáticamente más grande) pueden y deben emplearse en el core de las prioridades, porque es importante hacer deporte, pero lo más importante es poder salir a la calle sin que te metan un tiro, tener buenos hospitales con personal bien pagado y educar a nuestros hijos con libertad, patriotismo y responsabilidad. Primum vivere, deinde philosophare.

Como siempre, la izquierda pretende blindar a los ministros que son funcionales a sus intereses ideológicos y materiales. Por eso la histeria caviar en torno a Saavedra. No nos engañemos. La izquierda ha destruido la educación en el Perú. Los últimos lugares en los rankings tienen un autor fundamental: la izquierda campeona en mediocridad. ¿Quién defiende al ministro más lento de la historia del país? El poderoso lobby caviar. Entregar la educación a la izquierda equivale a perder la elección de 2021. Además, la Iglesia debe responder a la penetración de la ideología de género. En la educación, no en los deportes, está la primera gran batalla por el futuro del Perú.