Hace una semana el Gobierno llevó 15 ventiladores mecánicos a la región Junín y hasta el momento no funcionan, pese a que los nosocomios están colapsados y la gente muere esperando una cama UCI en la intemperie. Parece que la infraestructura y el equipamiento no es problema, ya que en Huancayo hay un hospital exclusivo para el tratamiento del COVID-19, sin embargo, no da el servicio adecuado porque no hay personal médico. El gobierno regional viene exigiendo presupuesto para contratar recursos humanos, pero no obtiene respuestas.

En tanto, en Piura, el presidente Vizcarra llevó 20 ventiladores que siguen sin usarse y arrinconados en el hospital Santa Rosa. El problema es similar al que ocurre en Junín, hay carencia de personal especializado.

Y en Arequipa la situación también es crítica. El Gobierno prometió que desde el 30 de junio debería funcionar un hospital de campaña y hasta ahora nada. La falta de personal de salud es una constante en nuestras regiones.

Ante ello, la gente está mortificada con el presidente Martín Vizcarra y su gobierno. Ayer en Junín hubo un paro regional exigiendo al Gobierno presupuesto para la lucha contra el COVID-19. No en vano, el jefe de Estado tiene la mayor desaprobación en el centro del país (el 46% no está a favor de la gestión de Vizcarra, según la última encuesta de Ipsos Perú).

Esperemos que el nuevo gabinete se dedique a resolver los problemas de salud en el interior del país con decisiones rápidas y efectivas.