Las relaciones de Venezuela con Panamá

Nicolás Maduro acaba de anunciar el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Panamá luego de la asunción de mando del nuevo mandatario Juan Carlos Varela. Estuvieron en el acto líderes de la región, entre ellos John Kerry, secretario de Estado de los Estados Unidos; sin embargo, el presidente de Venezuela no asistió a la ceremonia de toma de mando enviando a su vicepresidente Jorge Arreaza. No es un buen comienzo. Maduro decidió unilateralmente romper con Panamá el 5 de marzo último, luego de que saliente Ricardo Martinelli pidiera a la OEA abordar en el más importante foro de debate político del continente, la situación interna en el país llanero que no cesaba en protestas y manifestaciones desde el denominado 12F (12 de febrero), como ya es reconocido el día en que se iniciaron las acciones políticas y sociales del pueblo exigiendo al gobierno respeto de los derechos humanos, democracia, tolerancia y libertad de expresión. A Varela, un ingeniero de 51 años, líder del Partido Panameñista, que alcanzó el 4 de mayo casi el 40% de los votos, tampoco le conviene iniciar su mandato con el statu quo provocado por el arrebato de Maduro. Hay cosas por resolver entre ambos países. En el clímax de la ira de Maduro contra Panamá, el presidente venezolano apoyó a sus empresarios importadores en la suspensión del pago de una deuda millonaria que contrajeron con exportadores panameños que venían operando en la Zona Libre de Colón. En su momento el gobierno panameño de Martinelli llegó a presentar notas de protesta ante la propia Organización Mundial de Comercio por lo que consideraban medidas discriminatorias y arbitrarias dispuestas a última hora por Maduro. Debe, entonces, ponerse a buen recaudo Caracas y cuanto antes con una de las economías más dinámicas de Centroamérica.