Es indudable que el Niño Costero está trayendo muchas desgracias a una parte importante de la población, empero en medio de todos estos innumerables desastres podemos ver algunas cosas positivas.

Para empezar, el Ejecutivo parece haberse puesto las pilas. En realidad, esto comienza hace unas semanas en las que ya veíamos tanto a PPK como a sus ministros apareciendo en los noticieros, inaugurando obras o visitando las distintas regiones del país. Esto se ha visto potenciado sobremanera en los últimos días, los ministros están más pendientes y presentes aún, a raíz de los desastres naturales que nos vienen afectando.

Si bien es claro que los acontecimientos sobrepasan el poder de actuación de este o de cualquier gobierno, por las dimensiones que tiene, se aprecia una velocidad y determinación en la ejecución del Gobierno, muy positivas, con una presencia de todo el gabinete y del mismo Presidente en las zonas afectadas. Por otro lado, el Legislativo ha tenido algunos gestos destacables, como la postergación de la interpelación al ministro Vizcarra y la declaración que apoyará al Ejecutivo en la reconstrucción del país.

Otro elemento a destacar es que estos hechos han permitido poner un tema distinto al de Odebrecht en la agenda mediática, no olvidemos que estos destapes están generando un enfrentamiento entre los distintos agentes políticos y una parálisis total del Ejecutivo y de todo el aparato del Estado. Los desastres generados por este fenómeno hará necesaria la reconstrucción del país, lo que permitirá al Gobierno incrementar el gasto y tener una mayor celeridad en el otorgamiento de obras y desembolsos, para lograr que el país retorne en el más breve plazo a la normalidad.

Por último, no podemos dejar de destacar la ayuda de un sinnúmero de empresas privadas, las que se están sumando a la ayuda de los damnificados con sus capacidades logísticas, productos, dinero. Si bien es difícil estimar el monto de esta ayuda, parecería que es mucho más importante que cualquier otro que se haya otorgado en los últimos episodios de desastres similares de años anteriores.

Para ser positivos, dentro de toda esta desgracia, es posible que las circunstancias le generen al Ejecutivo un incremento de popularidad, además de ayudarlo en la reactivación de la economía. Está claro que para que esto suceda, la presencia del Ejecutivo debe tornarse en logros concretos, que tienen que ser bien comunicados a la población en general. Esto lo situaría en una mucho mejor posición, y es que la población requiere ver a sus autoridades al pie del cañón para creer y confiar en ellas, una vieja receta que debe ser tomada en cuenta por este Gobierno.