Ayer por la mañana, las imágenes compartidas en Twitter permitían ver cómo distintas bancadas le pedían a Richard Acuña y a César Vásquez, congresistas de Alianza Para el Progreso, votar a favor de la recomposición de comisiones. Por supuesto que no les hicieron caso, pues el único de la bancada que votó a favor fue Eloy Narváez.
Al parlamentario Richard Acuña no le conviene mucho que las cosas cambien en el Congreso. En el caso puntual de la inmunidad parlamentaria, esa prerrogativa lo protegió de una investigación por apropiarse de un terreno de manera presuntamente ilegal en Trujillo.
Y aún hay más. Richard Acuña, la semana pasada, criticó a la mayoría fujimorista de la Comisión Permanente del Congreso que votó en contra del informe de destitución del fiscal Pedro Chávarry. Pero él mismo votó ese mismo día a favor de salvar de la destitución al otro fiscal cuestionado, Tomás Gálvez.
El voto de Acuña no parece ser casualidad. Según los colaboradores eficaces del caso CNM (Consejo Nacional de la Magistratura), su padre César Acuña fue quien buscó y ayudó, a través de su hermano y tío de Richard, Humberto Acuña, a la elección de Tomás Gálvez en el desaparecido organismo. Y lo hizo, de acuerdo con los testimonios brindados en Fiscalía, gracias al apoyo del exconsejero Iván Noguera, también llevado al CNM con el aval de los Acuña.
América Televisión reveló esta semana, justamente, que el fiscal Tomás Gálvez intercambió en el año 2018 hasta cuatro llamadas con los hermanos Acuña. Richard, hijo y sobrino, tuvo en ese mismo año cuatro comunicaciones telefónicas con quien fuera presidente del CNM, Orlando Velásquez.
De modo que en estas horas de pugnas y divisiones congresales, los Acuña juegan su propio partido. Sus vínculos con el extinto CNM y su tensión con la justicia los hace mirar con simpatía al Ejecutivo, pero dándole la mano a la mayoría congresal.