Qué dirán en el Perú todos aquellos personajes de nuestra izquierda que por años se la pasaron cuestionando los excesos y delitos del fujimorismo desde que dio el golpe del 5 de abril de 1992 para perpetuarse en el poder, y hasta hicieron carrera política con esa prédica, ahora que ven a los cubamos saliendo a las calles para exigir libertad, condiciones de vida dignas y el fin de una dictadura comunista y criminal de 62 años que les ha quitado todo, empezando por la dignidad.

Esos que en Lima critican a la policía cuando sale a las calles a poner orden, son los mismos que ahora no dicen una sola palabra al ver que el régimen de La Habana no ha dudado en tirar palo y detener a quienes tienen la osadía de decirle “basta” al castrismo personificado hoy en un títere como Miguel Díaz Canel, “elegido” para relevar a Raúl Castro al frente de una tiranía impresentable que no genera mayores críticas en nuestra izquierda porque, bueno, es de corte comunista, tal como a ellos les gusta.

Si Cuba es el paraíso de la justicia social, la igualdad, la educación de primer mundo y la salud con estándares de Europa y el sudeste asiático, ¿por qué se han levantado los cubanos y han salido a las calles?, ¿porque se aburrieron de lo bien que comen?, ¿porque hay exceso de vacunas contra el COVID-19?, ¿porque el dinero se rebalsa de sus bolsillos?, ¿porque son ciudadanos libres? Esa historia de que todo es culpa del embargo y el imperialismo, no resiste el análisis y deberían ir buscando otra, ¿no?

Todos estos personajes son los que siguen admirando a los hermanos Castro y a Ernesto “Che” Guevara, este último un asesino de las grandes ligas que se jactaba de los fusilamientos que ordenaba. Dicen que idolatran a Fidel, el jefe de la banda, porque devolvió la “dignidad” a los cubanos. ¿Dignidad?, ¿andar por el malecón de La Habana pidiendo a los turistas un jabón, una camiseta, unas sandalias o unas toallas higiénicas es digno? Qué fácil es hablar y tuitear desde Miami o un país libre como aún es el Perú.

Difícil hablar en el Perú de una “izquierda moderna” o “izquierda democrática”, cuando muchos de quienes se ponen ese rótulo por delante siguen idolatrando y defendiendo a los Castro, al “Che” o a sus alumnos Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Daniel Ortega o sujetos simulares que cada cierto tiempo afloran por estas tierras, para hacerse del poder y luego someter a su gente mientras tratan de no irse nunca. Dictadura de derecha o izquierda, es dictadura; y debe ser combatida.