Las evidencias mostradas el domingo último por el programa Panorama, en que se deja constancia de cómo un grupo de amigos del presidente Martín Vizcarra han sido colocados en diferentes puestos de la administración pública en base al “mérito” de jugar tenis con el mandatario, es por lo menos escandaloso y debería motivar una explicación al país de parte del Poder Ejecutivo.

Semanas atrás el propio jefe de Estado, con rostro y gestos de indignación, aseguró que en su gobierno no había “tarjetazo” ni puestos de trabajo obtenidos con la sola presentación de un carnet partidario. Por eso, el hecho que los amigos del presidente, así como algunos familiares, estén cobrando un sueldo del sector público, llama poderosamente la atención.

Un presidente que se dice abanderado de la corrupción, y un premier como Pedro Cateriano, que se ha mostrado al país como un político que no se casa con la trafa y la sinvergüencería a pesar de haber sido ministro y escudero de Ollanta Humala, están en la obligación de aclarar estos hechos que son una ofensa a los peruanos.

No puede haber silencio o medias verdades ante las reiteradas denuncias de colocación en puestos públicos de los allegados del mandatario.