En momentos en que César Acuña presencia el descrédito creciente de su universidad, justamente, le ha llegado otro duro revés inesperado desde la región La Libertad, aquella que quiere volver a gobernar. Las elecciones internas desarrolladas el último domingo le han dado un resultado que debe haberlo preocupado. Acuña se presentó como precandidato único al Gobierno Regional de La Libertad en su partido, Alianza Para el Progreso.
Nadie iba a competir contra él en las internas, es evidente. Pero Acuña evidenció favoritismo en la pugna por la candidatura más importante después de la suya en la jurisdicción: la candidatura de la alcaldía de Trujillo. En los días previos al domingo hubo denuncias de un sector de militantes cercanos a José Ruiz, quienes indicaban que la dirigencia de APP y el mismo Acuña mostraban parcialización hacia el otro contrincante, Martín Namay. Namay estuvo de cumpleaños hace una semana y el líder de APP no tuvo empacho en tomarse fotos celebrando y brindando a su lado y haciendo el uno con su dedo (número con el que postulaba Namay).
Incluso, a poco de las elecciones internas, otro tema encendió las alarmas: la modalidad del llamado distrito múltiple electoral. La dirigencia de APP determinó que, según la modalidad optada, cualquier militante podía elegir a un candidato de cualquier jurisdicción. Vale decir, el candidato provincial de Trujillo podía ser elegido, por ejemplo, por un militante de otra provincia liberteña. Ruiz denunció que esa modalidad beneficiaría a su contrincante, pero la verdad es que el domingo fue al revés.
La influencia de Acuña, tal como se vio, tuvo un efecto inverso. Las provincias del ande liberteño le dieron el triunfo virtual a Ruiz, e incluso en Sánchez Carrión obtuvo mucho más votos que el mismo Acuña. Los militantes le dieron ese revés.Todo indica que el tiro le salió por la culata a Acuña en las internas realizadas en La Libertad.