El pasado miércoles, el presidente Pedro Castillo Terrones dijo en una reunión con los alcaldes y alcaldesas del país que “en las próximas horas iba a corregir algunos errores” en su gestión.
En ese lapso se cambió al titular del Instituto Peruano del Deporte, Julio “el coyote” Rivera, y se retiró a Ángel Ydelfonso del cargo de ministro de Justicia y Derechos Humanos. Cabe preguntarse si estas “correcciones” son suficientes para que el Gobierno cambie el rumbo o simplemente brinde predictibilidad a la inversión y seguridad a la ciudadanía.
La respuesta es no. El ministro de Salud, Hernán Condori, puede seguir despachando con el beneplácito de la mayoría de un Congreso que lo interpeló con tanto aspaviento y ahora no llega a las firmas para iniciar el proceso de censura; y ahí sigue el directorio de Petroperú que, aupado por el Ministerio de Energía y Minas, ha convertido a la petrolera estatal en una agencia de empleos para el pago de favores políticos mientras sigue llevando a la empresa a su peor estado en décadas.
Su error más grave, señor presidente, es estar rodeado de gente que le dice que usted está haciendo un buen trabajo y llamar golpista o vacador a todo aquel que le dice lo contrario.