Una dura realidad es la que vivieron por años comunidades en donde de manera irresponsable se desarrolla la actividad extractiva de recursos naturales en el país, y la población infantil resulta vulnerable a afecciones en su salud.

Correo, a través de sendos informes tanto nacionales como regionales, ha expuesto desde hace tiempo esta penosa situación que viven decenas de personas e incluso, años atrás, reveló la situación de los menores afectados con la contaminación, conocidos como los “niños de plomo” que viven en los distritos de Simón Bolívar y Chaupimarca, región de Pasco.

Esta misma situación se presenta en lugares donde se da la actividad minera sin cumplir los estándares mínimos de seguridad y control del medio ambiente, como pasa en Madre de Dios y varias zonas de Puno, que además de depredar causan un grave daño.

Esta población vulnerable afectada por el aire contaminado, por el uso de químicos, ha obligado al Ministerio de Salud (Minsa) a prestar atención especializada a los menores, como es el caso de Pasco, que en número de 15 ya se encuentran en el Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja (INSN SB) en Lima.

Al igual que todo ciudadano, estos pequeños tienen el derecho de curarse y superar las afecciones en su salud por la presencia de minerales en su sangre como plomo, arsénico, mercurio y cadmio.

La intervención del Minsa, en este caso, es oportuna y debe seguir, como también mejorar la fiscalización a cualquier actividad que contamine el medio ambiente.