La presencia de Gladys Echaíz, de Renovación Popular, en el bolo de los candidatos a presidir la mesa directiva del Congreso, ocasionó un terremoto en Alianza para el Progreso (APP), que propone a Lady Camones con la anuencia de las fuerzas opositoras de la derecha.

Si sumamos la postulación de Héctor Acuña, flamante candidato de la izquierda y de los congresistas cercanos al oficialismo, entre ellos Acción Popular, a dirigir el Legislativo, el partido de César Acuña corre el riesgo de perder su favoritismo para liderar dicho poder del estado.

“La presentación de una lista de candidatos a la mesa directiva por parte de Renovación Popular y Avanza País es un sabotaje a la unidad de las fuerzas opositoras, es una forma artera de entregar el congreso al oficialismo, agravando la crisis política que afecta al país”, escribió el líder de APP.

La ira y el desconcierto de César Acuña se desprenden por el acuerdo que consiguió su hijo Richard Acuña con las otras agrupaciones que integran la lista de Camones: en caso de una vacancia o renuncia del presidente y vicepresidenta, no sería ella quien asuma el Ejecutivo sino una elección por consenso.

La pregunta es: ¿a quién prefiere Fuerza Popular? Lo que puede pasar el próximo martes, cuando se elija la mesa directiva del Congreso, es que tanto Echaíz y Camones se canibalicen los votos, mientras la lista de Héctor Acuña camina sola. Lo cierto es que ese pacto de la oposición por repartirse el poder es un juego peligroso para su candidatura y el país.

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