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Un gran paso para tratar de mejorar la calidad de nuestra política está en manos de las agrupaciones políticas. Cada cinco años, nos presentan a los peruanos unas listas de candidatos al Congreso las cuales generan que, al cabo de pocos meses, tengamos a personajes para el olvido, con pasados dignos de prontuarios policiales o que en realidad no acabaron ni la secundaria, pese a promocionarse como “doctores” o “magísteres”.

La crisis que ha llevado a la dimisión del presidente Pedro Pablo Kuczynski por sus nexos con Odebrecht tiene mucho que ver con el bajísimo nivel de los congresistas que padecemos. Ahí están los llamados “Avengers” de Kenji Fujimori, entre los que tenemos a algunos personajes que mintieron en sus hojas de vida y que en realidad ni habrían acabado el colegio. Fueron estos los que salvaron al Mandatario en diciembre y los que finalmente lo hundieron esta semana.

Recordemos que, en uno de los “kenjivideos”, al keikista Moisés Mamani -quien hasta ahora no puede aclarar en qué colegio de Puno hizo sus estudios- se le ofrece un almuerzo en la casa del presidente Kuczynski, incluyendo piqueos. Si tenemos legisladores a los que se puede intentar sobornar y hacerles torcer un voto con una “oferta” de ese tipo, es porque las cosas andan de cabeza en el Perú y hay mucho por cambiar para salir del hoyo político al que hemos llegado.

En el caso del keikismo, muchos de sus representantes se quejan de los llamados “Avengers”, pero deberían darse cuenta de que ellos mismos son los que llevaron al Congreso a quienes hoy están del lado de Kenji. ¿Quién puso en el Congreso a Bienvenido Ramírez? Con tantos años de experiencia en política, ¿no pudieron los “naranjas” hacer una mejor selección para no llevar congresistas como la señora que no acabó la secundaria y que hace poco ha sido despojada de su título?

Para mejorar la política, hay que comenzar mejorando la calidad de los congresistas. Ello es tarea de las agrupaciones políticas, las cuales parecen estar más interesadas en los aportes económicos que pueden hacer ciertos impresentables, que en mirar bien sus antecedentes. En estas líneas, he mencionado con mayor énfasis lo que ocurre en el fujimorismo; pero esta crisis afecta a todos los “partidos”, si es que así se les puede llamar.