El presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez, ayer declaraba que el personal de su sector está mal pagado, frase que de manera insistente se escuchó en los últimos días a raíz de las protestas de profesores, trabajadores de Salud y otros que llegan a dicha medida al no ser atendidos en sus demandas que presentan año tras año.

“Mal pagados” es una frase realista y se seguirá escuchando en frecuentes protestas del grueso número de servidores públicos, que continuarán en esa situación si no hay inversión para financiar proyectos de desarrollo y otros que generen recursos para el erario nacional y así se redistribuya de manera equitativa entre quienes forman parte del aparato estatal.

Por eso, aquellos políticos que dicen ser los grandes defensores y “luchan” por mejoras salariales para los trabajadores son los primeros en mantener una posición obstruccionista para el desarrollo de estos proyectos, argumentando falacias desfasadas en el tiempo, haciendo gran daño a la economía nacional.

El último informe macroeconómico del Banco Central de Reserva refiere que en el periodo abril-junio, según el Ministerio de Energía y Minas, la inversión en el sector minero fue de 1090 millones de dólares, mayor en 9.9% respecto de similar periodo del año anterior (993 millones de dólares), en especial por dos empresas: Cerro Verde y Southern Perú, que operan en regiones del sur.

Si ampliamos el abanico de oportunidades para las inversiones privadas en proyectos, la retribución con impuestos al Estado será mayor y con ello habrá liquidez para mejorar los sueldos, no solo de los docentes, sino de todo el aparato estatal, además de atender las grandes demandas de la población en servicios básicos.