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Al muy hábil presidente Manuel Prado se le atribuye una frase sobre los problemas del Perú de su época, y en esa visión los problemas peruanos eran de dos tipos: “Los que se resuelven solos y los que no se resuelven nunca“. Se le podía acusar de un montón de cosas, pero no de desconocer cómo funcionaba la política en su tiempo. Prado interpretó bien en esa frase cómo suelen ser tratados aun hoy los problemas más complejos y graves, y cuál es la actitud de los llamados a resolverlos.

Y claramente, durante los últimos años los gobiernos han mostrado escaso interés por encontrar, por ejemplo, soluciones tempranas a los reclamos contra actividades extractivas, poca habilidad para solucionar los conflictos y ninguna para poner orden. Los gobiernos sucesivos asumieron incluso sorprendentes roles de “neutralidad” para cuidar su imagen y evitar posteriores denuncias. Una lógica puramente política, cuyo costo ha sido altísimo en vidas, en empleo para mucha gente y en inversiones postergadas. Sin dejar de mencionar que mientras esperamos que los problemas se arreglen solos, en el camino aparecen los enemigos de la inversión con discursos que hacen más complicado cualquier entendimiento y, desde el otro lado, quienes niegan de plano importancia a los planteamientos de las comunidades.

Haciendo la del avestruz hemos promovido la pérdida de confianza entre peruanos y una tremenda polarización con un daño altísimo en el largo plazo. Así han sido estos últimos años, y así mismo es hoy: basta ver las opiniones y acusaciones que llenan medios y redes sociales. El resultado ha sido que se instalen posiciones radicales que sostienen estas largas semanas de conflicto en el corredor minero.

Hoy toca centrar el diálogo en la búsqueda del bien común, en la búsqueda de una solución que tenga en cuenta las posiciones de todos y siempre con respeto a la ley. Y eso debe hacerse sin pausa y con prisa, porque en lo inmediato tenemos la investidura del gabinete con una carretera tomada como telón de fondo, frente a lo cual se espera un plan de acción detallado y que adelante una forma distinta de hacer las cosas... porque los problemas no se arreglan solos.