Martín Belaunde y “La Centralita”
Martín Belaunde y “La Centralita”

¿Qué tan importante es que Martín Belaunde Lossio retorne de Bolivia? Bien, para Chimbote y toda la región Áncash es necesaria su presencia para que, principalmente, cuente el teje y maneje de “La Centralita”, ese centro de operaciones donde, supuestamente, se hacía el reglaje a los opositores de la gestión de César Álvarez Aguilar.

Como se sabe, en dicho edificio de Nuevo Chimbote que servía como centro de operaciones de los comandos, además de darle cabida al entonces candidato y ahora congresista Heriberto Benítez Rivas, también funcionaba Ilios Producciones, la empresa de Martín Belaunde encargada de hacer vídeos de promoción y campaña para la gestión de César Álvarez.

Al margen de que la oposición quiera hacer escarnio político de la supuesta vinculación extraoficial entre Ollanta Humala, Nadine Heredia y Martín Belaunde, los ancashinos esperan que la política no embarre un caso que debe caminar por los delitos penales que concluyen en la corrupción de funcionarios.

Espero que no sea tarde este pedido, pues el zamarro que permanece en Bolivia acaba de meter en la danza a Alan García y este, a su vez, ha recordado a la “pareja presidencial” acusándola de tener a un “cajero” apellidado Belaunde Lossio. Esto de juntar a actores políticos en un tema netamente fiscal y judicial, no hace más que favorecer a quienes ahora están con prisión preventiva.

Recuerden que desde Correo hemos revelado las estrategias de César Álvarez, quien hasta ahora no declara ante la Fiscalía a la espera de lo que pueda decir Martín Belaunde. En caso de que se politice más el tema, el cabecilla de la supuesta organización criminal ancashina puede escudarse en que también hay acusaciones políticas en su contra.

Ojo, hay que mirar el problema con todas sus aristas, desde arriba, sin mucho aspaviento, porque en política nadie da puntada sin hilo y hoy más que nunca varios de los investigados por la presunta red criminal ancashina deben estar sacando cálculos de lo que significará “politizar” a Martín Belaunde.

Chimbote y toda Áncash no merecen que el caso ejemplo de la lucha contra la corrupción quede escrita solo en una página de la historia del país. Esperemos.