No hay la menor duda que junto a la lucha contra la corrupción, la otra demanda de los peruanos es solucionar el problema de la inseguridad ciudadana. Los hechos criminales que ocurren todos los días en el país se están convirtiendo en tan relevantes que también le están echando sombras a la gestión del presidente Martín Vizcarra.

Si bien es cierto el Jefe de Estado entregó ayer 575 vehículos a la Policía Nacional del Perú y el ministro del Interior, Carlos Morán, ha dicho que este año su portafolio ha tenido una ejecución histórica del presupuesto del 91%, lo que piden los peruanos son resultados concretos contra la inseguridad en las calles y que se recupere la sensación de tranquilidad de otros tiempos. Sin entrar por ahora en la discusión de la falta de planes para ese intento, se necesita rapidez y precisión para actuar.

Por ahora, hay un síntoma visible que las estrategias del Gobierno como mecanismo de solución de los problemas de seguridad no han sido eficaces. El asesinato de tres personas en el distrito limeño de Independencia luego de un feroz tiroteo, a plena luz de día, demuestra lo terrible que es la realidad en nuestras calles. Esta crisis social degrada cualquier discurso o arenga. Además marca el agotamiento de cualquier mensaje optimista. Se neecsita un mayor compromiso y responsabilidad para vencer al crimen.

TAGS RELACIONADOS