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Pertinente el pedido del fiscal superior Luis Landa Burgos, a cargo del llamado caso Pativilca, para que un médico legista evalúe la salud del expresidente Alberto Fujimori, quien desde el 3 de octubre último, día en que el Poder Judicial anuló el indulto que lo benefició y puso en libertad en diciembre en medio de grandes cuestionamientos, permanece en la unidad de cuidados intermedios de la Clínica Centenario por motivos aún no aclarados.

Apenas la Corte Suprema dejó sin efecto el indulto dado por Pedro Pablo Kuczynski y se dispuso que Fujimori sea nuevamente llevado a un penal a cumplir su condena de 25 años, señalé en este espacio que desde el punto de vista humanitario estaba en contra de devolver a la cárcel a un anciano delicado de salud que ya ha estado privado de su libertad por más de 11 años, pero que había que cumplir la resolución del juez, guste o no.

En ese sentido, es necesario que el Ministerio Público, a través de un médico legista, indique si Fujimori tiene que permanecer en la clínica como hasta ahora, debido a la complicación de alguno de sus males, o si ya debe ser enviado a donde la ley ha dispuesto. Es lo que corresponde hacer en un país donde debe primar el respeto a la legalidad y a las resoluciones que da el Poder Judicial, mientras se resuelve la apelación respectiva.

No sería jalado de los pelos creer que la salud de Fujimori se ha visto afectada en los últimos días por la prisión preventiva dictada en contra de su hija Keiko, pero todo eso tiene que ser aclarado por los expertos. En el Perú no puede haber la sensación de que se le está sacando la vuelta a la ley. Ya hemos tenido bastante de eso en los últimos años, lo que sin duda ha llevado, en parte, al clima de confrontación en que vivimos.

El pedido del fiscal Landa Burgos, del que hemos dado cuenta ayer en la portada de Correo, se hace más oportuno aún si tenemos en cuenta un video mostrado el domingo último, en el que se ve al exmandatario no tan mal como parece. Puede ser una percepción personal o de mucha gente, pero para echar por tierra las sospechas y las suspicacias es que los médicos legistas deben evaluar desde la ciencia y dar una explicación a los peruanos.