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El izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO), nuevo presidente de México, para explicar por qué su gobierno no firmó la reciente Declaración del Grupo de Lima que México integra, y que ha decidido no reconocer al régimen de Nicolás Maduro si acaso, por las incontrastables irregularidades de las elecciones presidenciales de mayo de 2018, asume otro mandato en su país el próximo 10 de enero, ha recordado erradamente la Doctrina Estrada de enorme fama en el Derecho Internacional (1930). Lo voy a explicar. La tesis del diplomático Genaro Estrada Félix (1887-1937), secretario de Relaciones Exteriores azteca (1930-1932) -en el Perú sería el ministro de Relaciones Exteriores-, buscó relievar la soberanía del Estado en la idea de que ningún otro podía inmiscuirse en sus asuntos internos (Principio de No intervención). Eso está muy bien. En esa época México acababa de pasar por una revolución (1910-1920) que marcó a toda su historia durante el siglo XX y lo que va del XXI, y se buscaba relievar el respeto que deben mantener los países sobre la vida intraestatal pues los designios de una nación corresponden únicamente a su población. AMLO, creyendo el asunto ideológico, ha dicho que pronunciarse sobre el inminente nuevo gobierno de Maduro, colisiona con la referida doctrina. Más allá del panamericanismo que fue efervescente a mediados de los años 50, en realidad la tesis fue una reacción frente a la posible intromisión de EE.UU. en los fueros internos de su vecino. Lo que no está considerando AMLO es que la Doctrina Estrada jamás fue pensada para las dictaduras, es decir, para los gobiernos que detentan el poder por la fuerza o sin el consentimiento del soberano que es el pueblo. Incluso, hay quienes leen mal a la Doctrina Estrada creyéndola contraria a la Doctrina Tobar (1907) del canciller ecuatoriano, Carlos R. Tobar y Guarderas (1853-1920), que precisamente sustentó no reconocer a los gobiernos de facto. La Doctrina Estrada no es absoluta pues nunca fue pensada como un aval para las tiranías. Estrada fue un demócrata y jamás idearía una tesis para consentir al régimen gendarme de Maduro.