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El presidente del Jurado Electoral Especial de Lima Centro, Luis Carrasco Alarcón, anunció ayer el inicio de una investigación al presidente del Consejo de Ministros, Vicente Zeballos; y a la titular de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Gloria Montenegro, por presuntamente haber roto la neutralidad que deben mantener los funcionarios públicos en etapa electoral, por lo que en los próximos tres días tendrán que formular sus descargos ante la mencionada autoridad.

La investigación ha sido abierta ante declaraciones públicas dadas por los citados ministros, que habrían quebrado su neutralidad. Más allá de lo que determine el proceso, es muy positivo que la autoridad electoral esté vigilante y actúe para preservar la limpieza del proceso, sin importar la jerarquía de las personas que sean sindicadas de expresar, directa o indirectamente, sus preferencias por determinada agrupación o candidato.

Ante esto, los ministros y el propio presidente Martín Vizcarra tendrán que medir muy bien sus palabras y controlar sus preferencias y sus rechazos frente a las elecciones del 26 de enero próximo. Además, la situación de confrontación política que atravesamos, la rivalidad que existe entre las diferentes opciones y, sobre todo, el limbo constitucional en que nos encontramos tras el cierre del Congreso, exigen una mayor responsabilidad a las autoridades.

También es importante que los jueces electorales estén muy atentos, porque sabemos que el presidente Vizcarra tiene la mala costumbre de pechar y criticar a los rivales para incrementar su popularidad, la cual tiende a bajar de a pocos. Lo hemos visto desde el inicio de su administración. Sería lamentable que, en medio de la campaña, veamos al mandatario levantando el dedo acusador para subir unos cuantos puntitos en la encuesta dominical.

El jefe de Estado y sus ministros tienen que dar el ejemplo en el cumplimiento de la ley que manda neutralidad a las autoridades. El “corazoncito” tienen que dejarlo de lado, así que la ministra Montenegro, tan aficionada a opinar de todo cada vez que le ponen una cámara por delante, y otros, tendrán que controlarse para no tener problemas ante autoridades que parece que están dispuestas a cumplir con su trabajo, lo cual hay que felicitar.