Cómo habrá quedado el ojo a aquellos “inocentes” que creyeron en al momento de poner por delante a Pedro Francke para tratar de dar, al menos por unos días, una imagen de cierta “moderación”. Ahora, con el anuncio hecho por el mismo profesor de convocar a una desde el , el aún candidato se ha quitado la careta y ha hecho saber al país que él y su gente vienen con todo contra el Perú.

Es verdad que desde , con Vladimir Cerrón y Guillermo Bermejo, han lanzado iniciativas para que han querido ser desautorizadas por los voceros del profesor. Sin embargo, es el mismo Castillo quien ha dicho que promoverá una , algo que ofreció desde su campaña. Los que quisieron creer que es no era cierto o votaron por este personaje para que haga algo distinto a lo que decía su plan de gobierno, deben estar “desconcertados”.

Si la gente pensó que y Cerrón y otros se iban a dedicar primero a controlar la pandemia, atender la economía agujereada y respetar la actual Carta Magna, se equivocaron. Su intención, antes que cualquier cosa, es tener otra Constitución que les permita cambiar el régimen económico, lo que sin duda nos hundirá en el estatismo, el control de precios, la inflación y la escasez de productos; y perpetuarse en el poder, tal como lo dijo con todas sus letras el propio Bermejo antes de la segunda vuelta.

Ningún constitucionalista serio ve viable la legalidad de convocar a una Asamblea Constituyente, pero Castillo y Cerrón no darán su brazo a torcer al amparo del “pueblo” que los ha elegido, en nombre del cual pueden hacer cualquier barbaridad con la institucionalidad y el país. Mientras tanto, la incertidumbre aumenta y el dólar sube al igual que los productos importados. Linda forma de llegar a los 200 años de nuestra vida republicana.

Lamentablemente en el Perú, donde el cierre del Congreso anterior fue validado por el propio Tribunal Constitucional, cualquier cosa se puede esperar, incluso una propuesta ilegal como la de Castillo y compañía. Se vienen días oscuros para el país, donde la moderación que quisieron ver algunos parece haber sido cosa de un día y solo para las tribunas. ¿Qué más viene “en nombre del pueblo”? ¿Liberar a Antauro Humala? ¿Confiscar ahorros, fondos de pensiones y propiedad privada?