Hay que estar muy atentos con lo señalado ayer por el general PNP (r) Antonio Ketín Vidal, jefe de la policía antiterrorista cuando fue arrestado Abimael Guzmán en 1992, quien en entrevista publicada en el diario El Comercio no ha descartado la posibilidad de que en algún momento el llamado Movadef vire hacia el uso de la violencia luego de años de trabajo “ideológico” y “político”.

Tengamos en cuenta que hasta hace unos años el Movadef no era más que un grupo de abogados de más de 70 años, aparentemente inofensivos, que se reunían en la Plaza San Martín y alrededores para exigir la liberación del asesino Guzmán y su inscripción como partido político. Hasta hacían “exposiciones artísticas” y “conversatorios” en universidades públicas.

Muchos consideraban que era una exageración creer que esta gente podía ser un potencial peligro para el país. Incluso, algunos “inocentes” acusaban a quienes advertían su preocupación por el Movadef de hacerle el juego al fujimorismo y a la aplicación de mano dura. Afirmaban que no había nada que temer y que se estaba hablando de fantasmas.

Sin embargo, si hoy son los protagonistas de una huelga de profesores que ha puesto en jaque al Gobierno, ¿por qué no pensar que en algún momento esta gente podría tomar las armas y darnos un tremendo golpe? Podría sonar descabellado y ojalá eso nunca suceda, pero es una posibilidad que no se puede descartar, tal como lo ha advertido el general Vidal.