Las andanzas del presidente Martín Vizcarra puestas en evidencia en su desesperación por darle un ilegal trabajo en el Estado a su amigo Richard Cisneros y en sus esfuerzos por tratar de ocultar esto al lado de su personal de confianza en Palacio de Gobierno, sin duda han jugado a favor de Antauro Humala, quien se ha valido de este desmadre en la cabeza del Poder Ejecutivo para tomar protagonismo al hacer tambalear el régimen.

Si la crisis de la semana pasada ha dejado un “ganador”, ese es sin duda Antauro Humala, pues desde la cárcel y a través de su bancada plagada de personajes dudosos como el mismo Edgar Alarcón, ha sacado provecho a la turbidez palaciega para poner en agenda un pedido de vacancia que no habrá llevado a la salida del presidente Vizcarra, pero sí ha mostrado que el autor del “Andahuaylazo” sabe mover sus fichas.

Para bien del país, este impresentable asesino de policías tiene que cumplir condena hasta enero del 2024, por lo que no lo veremos postulando el próximo año a la Presidencia de la República. Sin embargo, en abril nos podría “regalar” a varios legisladores como Alarcón, José Vega o Posemoscrowte Chagua, quien pidió pena de muerte para Vizcarra, todo esto para ir allanando el camino con miras al 2026 que parece lejano en el tiempo, pero no hay que perderlo de vista.

El presidente Vizcarra ha permitido a Antauro Humala saltar desde su oscura celda de asesino de cuatro policías en enero de 2005, hasta Palacio de Gobierno y el Congreso, donde la semana pasada ocasionó un terremoto grado nueve y nos puso en los ojos del mundo, para vergüenza de la mayoría de los peruanos. El sujeto lleva casi 16 años tras las rejas, pero no hay duda que mueve los hilos de su bancada elegida en enero último.

Mucha atención con Antauro Humala, a quien no hay que subestimar y menos en el marco de esta pandemia que ha mostrado la ineficiencia del Estado, la corrupción e incompetencia de muchas autoridades, la inconsistencia de los partidos y la angurria de ciertos políticos, varios de ellos en el Congreso. Queda estar vigilantes para no llevarnos una desagradable sorpresa en los próximos meses y años. Mucho cuidado.