Me parece bien los pronunciamientos de muchos sectores para que no se debilite la Sunedu y se mantengan denegadas las licencias a un sector de universidades privadas. Lo que no veo es la convicción de reclamar para avanzar hacia “una reforma universitaria completa combinando calidad y autonomía”. Y dando énfasis a la universidad pública.

Lo que merece destacarse y valorarse es la movilización de muchos actores, instituciones y colectivos (“Volvamos a Clases Perú”, “Retorno Seguro. Los Niños Pequeños Primero”, IPAE, etc.) que han solicitado permanentemente con convicción el reinicio de las clases presenciales en los colegios con el apoyo de los medios de comunicación. Una mención especial merecen la preocupación pública sobre este tema de Unicef y el comunicado oportuno del Consejo Nacional de Educación. Se necesita ahora seguir exigiendo y vigilando al gobierno nacional, Minedu y los gobiernos regionales para que preparen los locales escolares públicos de acuerdo a la RM 531-2021.NINEDU pues faltan menos de 2 meses para que en marzo los alumnos vuelvan a las aulas. . Pero, también, se aumente el número de 4 horas cronológicas de clases diarias en los colegios.

Si bien se pide la continuidad de la “meritocracia magisterial” es urgente exigir que el nuevo ministro de Educación reprograme -con las mejoras necesarias- la suspendida evaluación docente 2021 y, además, se programe en el segundo semestre la correspondiente al 2022.

La mayoría de actores educativos habla de la importancia de velar por el bienestar socio-emocional de los estudiantes; sin embargo, pocas son las voces que reclaman la restitución de la Dirección de Tutoría y Orientación Educativa del Ministerio de Educación desactivada inconcebiblemente el 2015. Debemos movilizarnos para que este órgano nacional se vuelva a implementar, a la brevedad, con el fin de acompañar afectivamente el regreso de los niños y adolescentes a las aulas escolares.