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No es justo ver la Navidad dibujada con nieve y Papá Noel en el trineo, sabiendo que en nuestro país esta celebración no cuenta con estas características climáticas pues acá, a diferencia del hemisferio norte, nos encontramos en la estación de verano.

Para nuestro multiclimático país, la alegría y celebración por el nacimiento del niño Jesús se realiza esperando que en la sierra central siga lloviendo, al igual que en la Amazonía y en la sierra sur pues, como lo dije anteriormente, la falta de lluvias en los primeros días de esta estación será constante. De todos modos, habrá tormentas muy fuertes y sería bueno atender las zonas más vulnerables.

También en la costa todo es sol y playa. ¿Dónde está Papá Noel con barba y traje de pana con los renos? ¡Qué calor! Bien podríamos celebrar más frescos el nacimiento del niño Manuelito, como lo conocen en Cusco.

Celebremos con pesebres llenos de alegría y lluvias en el norte, donde hay una ligera demora, aunque los modelos indican un comportamiento dentro de lo normal. Las precipitaciones son necesarias para la industria nacional en esa parte del país. Celebremos también con lluvias en la selva, que las necesitamos para la navegación fluvial. Es época de lluvias en nuestra sierra central, y agradezcamos al niño Jesús que las tengamos, porque son fuente de desarrollo y nos dé sabiduría para evitar riesgos en la aeronavegación y en el transporte terrestre, por la formación de huaicos a mediados del verano.

Tengamos, pues, en estas fechas, mucha fe y agradecimiento a la naturaleza que Dios nos da para que nuestro país salga adelante y sepamos utilizar y convivir con la naturaleza.

Olvidémonos del fenómeno El Niño por este año, y como lo dijo un colega characato amigo mío, Feliz Navidad y un abrazo hidrometeorológico para el próximo año.

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