Ha sido lamentable el comunicado emitido el viernes último por el Ministerio de Cultura, en que lejos de condenar de forma contundente una frase abiertamente racista e insultante del periodista Rafo León en la revista Caretas contra Keiko Fujimori, más se esfuerza por dorar la píldora y buscarle la cuadratura al círculo para tratar de decirnos que el agravio fue dicho en el “contexto de la sátira política” y como una caricatura de la “clase alta” limeña.

Para empezar, este triste comunicado fue lanzado en la noche del viernes, dos días después de la publicación del texto de León y luego de que a través de las redes se exigiera al ministro Salvador del Solar pronunciarse al respecto. De no haber existido esa presión, quizás el Ministerio de Cultura se hubiera quedado mudo. El pronunciamiento fue tardío. En segundo lugar, su contenido no fue lo que se esperaba de un gobierno que dice luchar contra el racismo.

Y no fue lo que se esperaba porque semanas atrás, ante unos comentarios lamentables del periodista Phillip Butters contra un futbolista ecuatoriano, el Ministerio de Cultura se apuró, ahí sí, a condenar estas frases con total energía, lo cual estuvo muy bien. Pero ahora que se trata de Keiko Fujimori, ¿por qué tanta demora y falta de contundencia? ¿La lucha no es contra todas las formas de racismo sin importar a quién esté dirigido?

Llama la atención que el comunicado, en su primera línea, señale que “las frases de la mencionada publicación pueden ser calificadas como denigrantes y racistas”, con lo que incluso pone en duda que se haya tratado de un agravio. Sin embargo, más adelante viene lo peor, al crear un precedente para que cualquiera invente un personaje y bajo ese disfraz y el rótulo de “sátira política” o de “caricatura” insulte a quien se le venga en gana.

Un ciudadano al momento de asumir un cargo público debe despojarse de su sesgo ideológico y de lo que piensan sus amistades, a fin de actuar en defensa de todos los ciudadanos que son agraviados, y más aún si este ataque es de corte racista como el cometido por León, así hayas salido a las calles a marchar contra esa persona o pedido votar por su rival político. Lo hecho por el ministro Del Solar al lanzar el comunicado en mención no ha ido en ese sentido.