No amenazo. Sólo advierto

"Mira, compadre, no te amenazo, sólo te advierto; pero si no haces lo que te digo, te rompo el hocico". Esta sería, más o menos, la "traducción" de las expresiones de Alfonso García Miró, presidente de la Confiep, dirigidas al Gobierno. Leamos sus palabras: "El Gobierno debe dar rápidas y claras señales de rectificación..." "en el menor tiempo posible y eso significa AQUÍ Y AHORA". Como se puede ver, es una orden imperativa de cumplimiento sin dudas ni murmuraciones: ¡AQUÍ Y AHORA! Claro, añade con pudoroso candor que "no es una amenaza", solamente "una advertencia".

Algunos empresarios, no todos felizmente, se creen dueños del Perú y los peruanos, y pretenden ordenar lo que tenemos que hacer o decir. Supérstites de la vieja oligarquía que combinados con actitudes autoritarias y fascistoides, producen mentalidades cavernarias con tecnología neoliberal de punta, prepotentes, perdonavidas.

Conozco empresarios, grandes empresarios, que no son atorrantes ni creídos, con los cuales es posible dialogar aun desde perspectivas diferentes y hasta contrarias, que también aman el país; lamentablemente, el señor Alfonso García Miró no se inscribe entre ellos.

¿Y el Gobierno dijo algo frente a esta "cuadrada"? Nada. Se mantuvo con la cerviz inclinada hacia tierra. Más bien sí quiso decir algo; fue la aparición del ministro de Economía y Finanzas, que casi balbuceaba algo así como disculpas al gremio empresarial, que las aguas estarían siempre en el nivel requerido por la Confiep y su actual presidente.