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¿Saben por qué cientos de personas tienen que hacer colas durante la madrugada en varios hospitales, como Santa Rosa de Piura, para conseguir una consulta médica? ¿Saben por qué los médicos no les pueden dar las medicinas que les prescriben y deben comprarlas en farmacias privadas a precios de especulación? ¿Saben por qué cientos de niños reciben sus clases sentados en ladrillos y a la intemperie en zonas rurales y de la sierra nuestra? ¿Saben por qué los profesores, policías, médicos y enfermeras del sector público ganan sueldos miserables? ¿Saben por qué no están adecuadamente implementados con tecnología, equipos y herramientas para hacer un trabajo de calidad? La lista de porqués es enorme, pero todo responde al desvío de los recursos públicos hacia grupos, empresas y personas que, mediante la corrupción, nos roban lo presupuestado para esas obligaciones del Estado. Los piuranos podremos tener nuestra propia versión de “Lava Jato”. Según el Informe Bartra, a la empresa brasileña Camargo Correa le dieron S/259 millones por obras del PEIHAP (Proyecto Especial de Irrigación e Hidroenergético del Alto Piura) que nunca se hicieron. Además, otros S/64 millones por un arbitraje. Y nunca se perforó ni un solo metro del túnel del trasvase. Aquí varios se hicieron los locos, los distraídos, los buena gente. Por lo pronto, uno ya comenzó a perder la memoria, pero los tres presidentes o gobernadores regionales bajo cuya vigencia se presupuestó el PEIHAP tendrán que esforzarse por explicar cómo es que los brasileños fueron más vivos que ellos y los hicieron tontos. O los hicieron cholitos, como se dice por aquí, o recibieron su parte…