Es de esperarse que luego de conocer los casos de congresistas como Cecilia García (Podemos) y Humberto Acuña (APP), los peruanos vayamos teniendo claro por qué agrupaciones no debemos votar en las próximas elecciones, si es que pretendemos cambiar en algo la calidad de nuestras autoridades y no quedarnos en los impresentables de siempre, esos a los que elegimos y que a los pocos meses ya los queremos ver en sus casas o tras las rejas.

En el primer caso, esta legisladora del partido de José Luna y Daniel Urresti es quizá lo más patético que se ha visto en nuestra política de los últimos años. Su última pachotada fue decir en una radio que le gustaría sublevarse por las injusticias que hay en este país, luego de mencionar a Sendero Luminoso. Es la misma que acusa de terroristas a los bancos y justifica posibles actos de violencia. De igual forma, es famosa por insultar y faltar el respeto en el Congreso.

Esta digna representante de Podemos, vinculada a la fenecida Telesup y a José Cavassa, es la misma que tenía dos DNI con nombres distintos y que había sido denunciada por agresiones en Huancayo, tal como lo ha mostrado el programa Punto Final. Toda una joya que quiere hacerse famosa a como dé lugar, quizá esperando que sus padrinos Luna y Urresti la pongan en la plancha presidencial. No sería nada raro.

Pero también está el caso de Humberto Acuña, hermano de César Acuña, dueño de Alianza para el Progreso (APP), quien ha sido sentenciado en segunda instancia por actos de corrupción cometidos cuando fue gobernador regional de Lambayeque. Pese a los antecedentes fue lanzado como candidato en enero último y ahora se alista para ser desaforado. Hasta hoy es presidente de la Comisión de Presupuesto del Congreso. ¿Así quieren llegar al gobierno el próximo año?

Estos son apenas dos de los muchos casos en que las agrupaciones políticas, por llamarlas de algún modo, nos venden gato por liebre en cada elección, al incluir en su lista a personajes dudosos que nada aportan a la política y al país. En el actual Congreso y en el anterior podríamos contar decenas. Tenemos un país que atraviesa una dura crisis, y no podemos estar entregando poder y autoridad a quienes no lo merecen.