Durante el primer año en funciones el Congreso y su Mesa Directiva, entusiastamente, dedicaron esfuerzos a obtener la vacancia presidencial. María del Carmen Alva y Lady Camones como vicepresidenta tienen gran responsabilidad en la continua crisis política del primer año de gobierno.
La presentación de cuatro listas a la Mesa Directiva ratifica este desorden político y evidencia el enorme afán por ceñirse, así sea temporalmente, el fajín presidencial.
La confrontación permanente entre Congreso y Ejecutivo característica del primer año, no se sostiene más. El empate de fuerzas no ha permitido la vacancia ni el cierre del Congreso. Parece que cualquiera de estas opciones implica la ruta hacia el “que se vayan todos”
En crisis económica y alza de precios se requiere la capacidad de lograr acuerdos, así como un conjunto de medidas urgentes y posibles de llevarse a cabo.
Enfrentar la crisis necesita dotar de instrumentos al Estado, la pandemia mostró esa necesidad. Por ello, es preciso elevar la presión tributaria del 14% actual al promedio latino americano de 22%, reducir la evasión y elusión tributarias y reducir exoneraciones. Urge aprobar una efectiva reforma tributaria.
Solo con mayor recaudación se podrán enfrentar los retos de mejorar la educación, ampliar la cobertura de salud y mejorar la infraestructura. Así como se necesita reformar el sistema político electoral, democratizando las agrupaciones y partidos políticos, priorizando el dialogo y la búsqueda de acuerdos en beneficio del país.
La política transparente y el efectivo combate contra la corrupción permitirían construir acuerdos viables avanzando en dotarnos de políticas de Estado, no del día a día. La lista que ha ganado no garantiza acuerdos sobre la base de propuestas. Los apetitos personales y de corto plazo se imponen.