GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

La autorización del presidente del Congreso de la República, Daniel Salaverry, para que se formen nuevas bancadas parlamentarias, de acuerdo con un fallo del Tribunal Constitucional, generó reacciones de todo tipo en el Legislativo, que como tantas otras veces se transformó en un escenario de confrontación y disputa.

El titular del Parlamento estuvo luchando por evitar en lo posible ser parte de cualquier pugna o conflicto, pero este anuncio ha desencadenado cuestionamientos a su gestión. Su intención ha sido colocarse por encima de los intereses políticos, basándose en la Constitución, pero esta vez ha recibido furibundas críticas.

“Salaverry no es el dueño del Congreso. Tiene que tomar decisiones colectivas, porque todos somos pares y el presidente es un congresista más”, dijo Luz Salgado, una de las lideresas de Fuerza Popular en el Parlamento. “Se está propiciando el transfuguismo”, agregó.

Para algunos, estas expresiones solo demuestran el temor del fujimorismo a que aumenten los disidentes de su bancada y se convierta en un grupo diezmado. Esto es una especulación. Lo que es real es que el Congreso quedará atomizado, de modo que Fuerza Popular no tendrá más remedio que negociar, algo que jamás había estado en sus cálculos políticos.

Dicen que la unión más fuerte es la que comienza a partir de las necesidades. El Congreso tiene la imperiosa necesidad de mejorar su imagen. Para ello debe restaurar el diálogo, el entendimiento y la integración. Con esta nueva configuración, esperamos que ello ocurra.