El estado de emergencia se amplió por dos semanas más en nuestro país. Se tomó esta medida ante el incremento de contagiados y fallecidos por coronavirus en los últimos días. Una de las decisiones complementarias es la entrega de un bono familiar universal de 760 soles a los hogares que no estén en planilla formal. Si bien es cierto que el Gobierno está ejecutando funciones propiamente estatales para favorecer la salud y la alimentación de los peruanos, esperemos que esta ayuda económica llegue cuanto antes a los que realmente la necesitan. No se puede repetir el caso de personas fallecidas o con capacidad económica que reciban este bono. No auxiliar a las familias vulnerables en estos momentos podría ser hasta un crimen.

Las instituciones del Estado deben ser eficaces y altamente operativas para cumplir el objetivo. Culpar a los otros en abstracto es una forma de salvar las propias responsabilidades, pero principalmente es un pretexto para no actuar a la altura de las exigencias.

Además se verá el caso de los indultos por razones humanitarias y comunes. Esperemos que los que están evaluando esto tomen las medidas más prudentes y dejen de lado los apasionamientos. La personalísima apreciación de algunos deben dar paso a la ponderación y el buen juicio.