Hace pocos días concluyó la última edición del CADE UNIVERSITARIO organizado anualmente por IPAE en la Escuela Naval del Perú, en el Callao, un evento multitudinario y espectacular que llenó el ambiente de juventud, energía y creatividad. Tener congregados a cientos de jóvenes de distintos rincones del país viviendo una experiencia enriquecedora y única durante tres días continuos, siempre resulta invalorable. Tuve el honor de acompañar, en mi calidad de vicepresidenta de IPAE, a un grupo de 26 de estos jóvenes participantes en un almuerzo de “lideres” en el que compartimos visión y pasión por nuestro país y nuestro amor por la democracia y la libertad, en el que concluimos que éste es “nuestro” país y de aquí, ¡no nos mueve nadie!! Conversar con tanto joven talentoso, ávido de escuchar fórmulas mágicas que les ayuden a prosperar en sus propias carreras profesionales y en sus vidas, y que los inspiren a luchar por su futuro y el de su país, me hizo recordar mis propios inicios y mis años de juventud. Reescribo, ahora, parte de aquello que les compartí, con afecto, humildad y sinceridad: Para lograr nuestras metas en la vida, es necesario creer en nosotros mismos, investigar, buscar, aprender, crear, tratar de recoger lo realmente significativo e interiorizarlo. Les compartí mi tesis de que “el dueño del mundo no es quien tiene más dinero, sino, quien tiene más conocimiento” y que el “saber” nos convierte en antorcha de luz hacia los demás y nos obliga y asigna más responsabilidades. Les recordé que por cada acción buena que uno lleva adelante, la vida nos devuelve dos. Mantener nuestros principios, nuestros valores, nuestras fortalezas y estar abiertos a escuchar con respeto a quienes piensan distinto, esforzarnos, y sobre todo ser pacientes y persistentes, son recomendaciones, simples, que nunca les fallaran. Finalmente, el secreto del éxito consiste en 1% de inspiración y 99% de transpiración. ¡Gracias IPAE por un CADE UNIVERSITARIO más!
Nunca es tarde por María Isabel León (OPINIÓN)
Columna de opinión | Educadora y pequeña empresaria