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Los delitos de corrupción avanzan a ritmo de liebre y los juicios para castigar a los responsables van a paso de tortuga. Triste realidad que se vive en el país, donde los procesos demoran años y años sin que -en algunos casos- se sancione de manera ejemplar. Uno que otro caso de malos manejos en la administración pública llega a condena ejemplar y la mayoría se estanca por inoperancia y dejadez del personal encargado de administrar justicia, permitiendo que varios prescriban y que los inculpados salgan limpios de polvo y paja ante el cuestionamiento de la opinión pública.

La semana que pasó llegaron a Arequipa magistrados y especialistas de la Oficina de Control de la Magistratura (Ocma), para recorrer los juzgados de la Corte Superior de Justicia de Arequipa y solicitar información de expedientes de casos emblemáticos.

En este distrito judicial existe una larga lista de casos que avanzan a paso de tortuga, lo que es motivo de queja de la gente, que espera conocer resultados de estos procesos, que en determinado momento fueron noticia en la coyuntura local.

Los juicios que envuelven a exautoridades, funcionarios públicos, personajes que bloquean vías, trafican terrenos y otros, duermen el sueño de los justos o, en otros casos, dichos sujetos salen liberados de las acusaciones fiscales, generando desconfianza en la opinión pública de Arequipa, que piensa que hay un Poder Judicial débil.

Es interesante la visita de la Ocma, pero será más valiosa si en breve el jefe de la Ocma, Vicente Walde, da resultados del trabajo cumplido. Por lo pronto, adelantó que se dispuso abrir 15 procesos administrativos contra trabajadores y magistrados que estarían inmersos en irregularidades, como demorar la emisión de sentencias.