Es probable que el próximo año continúe la educación a distancia. El reto en esta modalidad es que los educandos de los colegios públicos participen más activamente en la estrategia “Aprendo en Casa” con mayor uso de recursos tecnológicos y virtuales. En los centros particulares se debe fortalecer el uso didáctico de plataformas y recursos digitales sincrónicos. En todos los colegios se debe privilegiar el acompañamiento socio-emocional de los estudiantes con apoyo de las familias.

Para las clases presenciales y semipresenciales se requerirá la evaluación situacional de la pandemia, las vacunas y la bioseguridad. Es indispensable asegurar el mantenimiento y las condiciones sanitarias de los locales escolares públicos. En los ámbitos rurales son más viables estas clases porque es más fácil cumplir los protocolos, tal0  como se observa en estas últimas semanas. Además, porque hay pocos alumnos por institución educativa, lo cual permite un mayor distanciamiento (42 436 locales escolares para 1 197 427 estudiantes), a diferencia de los planteles urbanos donde el número de alumnos es mucho mayor por colegio (11 332 locales para 6 637 116 estudiantes).

En cuanto a la educación semipresencial(ojo) urge precisar la cantidad de docentes necesaria. En un colegio tendríamos que considerar 2 grupos por salón (1 y 2); por ejemplo, veamos solo los días lunes y martes. Mientras el lunes el grupo 1 va al plantel y desarrolla clases en el aula, el 2 se queda en casa recibiendo clases a distancia. El martes continúa la misma dinámica: el grupo 2 va al plantel y el grupo 1 se queda en casa. Para atender el caso planteado se necesitarían unos maestros para atender las clases en las aulas y otros maestros para desarrollar las clases a distancia-y/o hacer el seguimiento cercano y los procesos retroalimentadores.

Por lo señalado, las autoridades educativas y los directores de colegios deben tomar las decisiones que correspondan, especialmente para la educación semipresencial.

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