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Este 2019 el chavismo ha cumplido 20 años en el poder. Llegó con elecciones democráticas de la mano del fallecido Hugo Chávez, pero con el paso del tiempo, y a través de sucesivas reelecciones fraudulentas, entró en un proceso de deformación total hasta convertirse en la monstruosa dictadura corrupta y hambreadora que hoy encabeza Nicolás Maduro, un tirano de segundo nivel que ojalá en los próximos días sea derrocado y sometido a la justicia.

El martes por la mañana, a través de un levantamiento militar, se puso en libertad al opositor Leopoldo López, quien venía afrontando una prisión domiciliaria dispuesta por la justicia que maneja el chavismo. La acción estuvo encabezada por el presidente encargado Juan Guaidó, el único legítimo que existe en Venezuela. Sin embargo, al final del día el tirano Maduro seguía controlando el país desde el Palacio de Miraflores, al amparo de su camarilla de militares corruptos.

Ayer, 1 de mayo, el presidente Guaidó ha convocado a movilizaciones para los próximos días, mientras los venezolanos tienen que seguir sobreviviendo en un país donde no hay dónde comprar alimentos ni medicinas básicas. Sin duda, la tarea de traerse abajo a una dictadura espantosa de 20 años, sostenida por militares corruptos provistos de privilegios económicos que muy pocos tienen hoy en el país petrolero, va a ser muy difícil.

La llamada “Operación Libertad” tiene que seguir adelante, movida por los venezolanos y apoyada por otros países y sus ciudadanos que creen en la democracia y las libertades, lejos de algunos personajes que desde la izquierda insisten en sacar cara por la tiranía. En el Perú, por ejemplo, tenemos en el Congreso a varios que ya parecen una caricatura. Se dicen “defensores de los derechos humanos” y enemigos de la corrupción, pero se ponen del lado de Maduro.

La tiranía aún tiene fuerza y respaldo. Lo hemos visto el martes último desde el inicio del levantamiento. Quizá por eso Maduro sigue usurpando el poder. Sin embargo, ojalá las acciones sigan hasta la caída del dictador, que según ha dicho el Departamento de Estado de EE.UU., ya tenía como “plan B” escapar a territorio cubano a fin de burlar a la justicia. Esta es la gran oportunidad para acabar de una vez con el chavismo, aunque les duela a muchos de nuestra izquierda