GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

La comisión “Lava Jato” del Congreso ha vuelto a poner ayer contra las cuerdas al presidente Pedro Pablo Kuczynski por una razón muy simple: el propio mandatario es quien está dando pie a esa situación por negarse a declarar de manera presencial sobre sus presuntos vínculos con la corrupta empresa brasileña Odebrecht, la cual durante el gobierno de Alejandro Toledo fue favorecida dudosamente para ejecutar la Interoceánica Sur.

Ayer el grupo de trabajo envió un nuevo requerimiento al Presidente, quien insiste en no responder presencialmente a pesar de que públicamente ha dicho que no tuvo vínculos profesionales con Odebrecht. Sin embargo, en el interrogatorio también tendría que hablar sobre el rol que jugó como ministro de Economía y Finanzas del gobierno de Toledo, a quien se acusa de haber recibido una coima de 20 millones de dólares por la referida obra.

Para los detractores del jefe del Estado, el temor del gobernante radica en que, en una cita con los miembros de la comisión congresal, le pregunten y repregunten sobre el asunto, hasta eventualmente hacerlo caer en contradicciones. Si el presidente Kuczynski no tiene nada que ocultar, está ante una gran oportunidad para aclarar las cosas y despejar una gran duda que viene de mucho tiempo atrás. ¿Por qué se niega?, ¿es verdad lo que dicen sus opositores?

Hace pocos días, IDL-Reporteros ha hecho públicas algunas de las declaraciones que habría dado Marcelo Odebrecht a un grupo de fiscales peruanos en Curitiba; este testimonio no deja nada bien parado al Presidente, pues -según dicho medio- su empresa habría tenido al actual mandatario como “consultor” y también como posterior “conferencista”. Todo esto ha sido negado por PPK hasta en dos oportunidades. Pero el remezón de la corrupción ya ha tocado las puertas de Palacio de Gobierno.

Mal hace el presidente Kuczynski en no aprovechar esta nueva oportunidad para dar la cara y responder ante los congresistas que tienen el mandato de investigar la corrupción del caso “Lava Jato”. Los reos Ollanta Humala y Nadine Heredia ya se han negado a responder ante los legisladores, lo cual deja un pésimo sabor; pues quien ha tenido tan elevada función pública no puede buscar pretextos para aclarar las dudas de los ciudadanos.