Desde esta columna, el 24 de junio, solicitamos modificar el “Petitorio Nacional de Medicamentos Esenciales” (RM 062-2010-MINSA, 26-1-10), autorizando el uso de oxígeno medicinal al 93%. La norma prohibiéndolo sólo ha sido suspendida y no derogada, pese al drama diario en Lima y provincias. ¿Qué intereses están primando?

El Perú es uno de los países con mayor número de infectados y muertes tras seis meses de emergencia y el PBI cae más del 12% este año, además de perderse más de tres millones de empleos.

Cuestionado, el exministro Oscar Ugarte, quien expidiera la cuestionada Resolución Ministerial, reconoció como error exigir 99% de concentración al oxígeno medicinal. La Defensoría del Pueblo ha pedido evaluar y autorizar no menos del 93% como recomienda la OMS y aceptan la mayoría de países. Desde el Ejecutivo se continúa haciendo oídos sordos.

El DU 066-2020 dictado por el gobierno autoriza “excepcionalmente el uso del oxígeno medicinal con una concentración no menor al 93%”, hasta el 31 de diciembre del 2020, es decir, mientras dure la emergencia sanitaria. ¿Y luego? ¿Continuará el oligopolio autorizado?

Municipios, gobiernos regionales, colectivos sociales adquieren plantas de oxígeno obligados por la carestía y las empresas importan concentradores de oxígeno, mientras que la DIGEMID niega los permisos, sin razón, a ciudadanos de a pie.

El gobierno que encabeza Martín Vizcarra sigue impidiendo la producción del oxígeno medicinal de una concentración no menor del 93%. Nos preguntarnos: ¿Se mantiene la resolución que lo impide por temor a afectar los intereses del monopolio de las empresas Linde y Air Products, multadas por prácticas monopólicas?, o ¿por ceguera ideológica que impide atender las necesidades reales del pueblo?