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Con la debida anticipación se advirtió sobre los riesgos que existían sobre la viabilidad del proyecto de Paltuture, que es considerado de vida o muerte para los agricultores del Valle de Tambo, Arequipa, pues permitiría solucionar el problema deficitario de agua; empero, todo ha quedado en nada y volverá a su fase inicial y recién en el próximo gobierno podría ponerse en marcha.

Se avecinan problemas para la próxima temporada de estiaje de agua, el Valle de Tambo la pasará muy mal y eso ya lo sufrió en la campaña anterior cuando varias hectáreas de cultivo afrontaron la falta del recurso hídrico hasta que llegaron las lluvias.

El proyecto tiene que ser integrador para las tres regiones que están directamente vinculadas al mismo: Puno (parte de las aguas vienen de ahí), Moquegua (donde hay varias comunidades que esperan ser atendidas) y Arequipa (Valle de Tambo para ampliar y asegurar el riego de casi diez mil hectáreas de cultivos).

El proyecto considera una presa para embalsar 84 millones de metros cúbicos en la parte alta de Moquegua y la única postora que llegó hasta el final (Consorcio Río Tambo-Motta) fue descalificada al incumplir los requisitos mínimos.

A ello se agrega que pese al tiempo pasado y la poca voluntad política, no se logró contar con la licencia social de los comuneros de Paltuture y Jachavi (Ichuña-Moquegua).

Lo real es que Paltuture tendrá que esperar y no se sabe cuánto tiempo más, pero hay que comenzar a trabajar pensando en las tres regiones que pueden beneficiarse y sus autoridades deben dejar de lado posiciones antagónicas para buscar consensos.

Paltuture, hay que remarcar, es urgente y si se sigue perdiendo el tiempo en postergaciones, al final se perjudicará a las tres regiones.