Las lluvias, inundaciones y huaicos no fueron los únicos problemas en la selva central esta semana. A esto se sumó un paro de dos días de los cafetaleros que generó el bloqueo de la carretera, primero a la altura de Pichanaki y luego en el puente Huacará, al ingreso del distrito de San Ramón, en Chanchamayo. Por supuesto, esto produjo que cientos de buses y camiones quedaran varados y recién ayer a las 6 de la mañana pudieran continuar su rumbo.

La principal demanda de los cafetaleros es que el Gobierno les condone las deudas contraídas para combatir la plaga de la roya en el 2013. Según el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA), se habría afectado el 50% de las plantaciones.

Un grupo de cafetaleros, cuyo portavoz más importante es el congresista Federico Pariona, sostiene que en muchas ocasiones se solicitó reunirse con los representantes de la PCM y del Ejecutivo, pero siempre les han cerrado las puertas. “Respaldamos cualquier medida de fuerza que vayan a tomar, porque su demanda está plenamente justificada”, dijo Pariona, en claro afán político y apoyando los bloqueos de carreteras de los manifestantes.

Sin embargo, los cafetaleros no están unidos. El dirigente Isaac Porras dijo que el paro era político y que su grupo no lo acataba. Además, el congresista Mario Canzio llevó a un grupo a una reunión con el ministro de Agricultura. Pariona llamó oportunista a su colega y dijo que no sabía nada de la realidad de los cafetaleros. “Quiere que nuestros hermanos agricultores aparezcan como si estuvieran divididos y que el gobierno central no atienda sus demandas”, agregó.

Lo cierto es que no solo están divididos los cafetaleros, sino también los congresistas por Junín.

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