La Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, tan anunciada por el Gobierno Central, todavía no tiene un impacto positivo en el norte del país. La verdad es que, en algunos casos, los planes no están ni en el papel y solo notamos cierto interés cuando algún alto funcionario de Lima arriba para ver los daños ocasionados. Pero, esto no es suficiente y el trabajo se hace demasiado lento.

Por estos días, Pablo de la Flor, encargado del barco que reconstruirá el país, recorre de nuevo el norte para ver las zonas devastadas, que siguen de esa manera. Pero, sinceramente, no me explico qué tanto recorrido hace si, supuestamente, ya se tiene un panorama de las regiones afectadas.

Es más, se efectúan las reuniones con los gobernadores regionales, caminan un poco, convocan a la prensa y dan fechas del inicio de la reconstrucción. Para agosto o setiembre de este año, dicen. No obstante, el mensaje de De la Flor hacia el ciudadano no está llegando y tampoco hay pizcas de los planes de este ente gubernamental.

Supuestamente, los alcaldes ya deberían haber entregado información sobre lo que requieren sus ciudades y la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, haber recibido la misma. No ha sido así en la mayoría de casos. Mientras tanto, las calles siguen hundiéndose y todavía hay viviendas derrumbadas en sectores críticos en Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad y Áncash.

Si la reconstrucción con cambios sigue trabajando a esa velocidad, lo más probable es que llegue el fin de año y, quién sabe, algún otro fenómeno natural nos coja desprevenidos. En Piura ya se habla de un Niño clásico, así que habrá que tomar las precauciones del caso para que no ocurra lo de siempre. No vayamos, como dice la canción, pasito a pasito.