El viernes último el candidato Pedro Castillo y el abogado Julián Palacín han salido a amenazar a la libertad de expresión al recurrir al Ministerio de Comunicaciones y Comunicaciones (MTC), buscando sanciones penales contra Willax TV, un canal con el que se puede discrepar o estar de acuerdo, tal como sucede en toda democracia.
Pero el asunto va más allá de dicho canal. El problema es que va quedando claro que Perú Libre insiste en sus intentos por silenciar a medios incómodos, tal como días atrás adelantaron Dina Boluarte y Vladimir Cerrón, el dueño y hombre fuerte del partido que en los próximos días podría ser proclamado ganador de las elecciones generales.
Lo que está sucediendo es muy grave, tal como lo señaló el Consejo de la Prensa Peruana (CPP) hace unos días, en que alertó de la amenaza que significa que Perú Libre pretenda sacar adelante una “ley de medios”, algo que creemos no es más que un mecanismo para evitar la difusión de contenidos “incómodos” al régimen marxista leninista que podría instaurarse en los próximos días.
Nuestro país no está para que se anden promoviendo leyes similares a las que en Cuba o Venezuela impiden el libre ejercicio de la libertad de expresión como forma de fiscalizar al poder. La amenaza está lanzada y eso es inaceptable en cualquier democracia. Las alarmas se han encendido.